ADVERTENCIA: el contenido de esta reseña intentará ser lo más objetivo posible, pero para evaluar ciertos aspectos es imposible dejar de lado la subjetividad. Mi opinión puede ser diferente a la tuya y es tan discutible como la de cualquiera.
Dirigido por Tomohiko Itou Producido por A-1 Pictures
Sword Art Online es una serie de novelas ligeras originalmente escritas por Reki Kawahara que recibieron su primera adaptación al anime en el año 2012, logrando un éxito inconmensurable en ventas que lo llevaron a posicionarse entre los más vendidos de los últimos años.
La trama se desarrolla en un futuro cercano donde los MMORPG de realidad virtual son posibles gracias al NerveGear, un casco-consola que estimula los cinco sentidos del usuario a través del cerebro generando una experiencia de inmersión total. Es así como nuestro protagonista de dieciséis años, Kazuto Kirigaya (más conocido como Kirito, su nombre de usuario), llega al mundo de SAO. En el día del lanzamiento todo es diversión y risas hasta que el misterioso creador del juego, Kayaba Akihiko, les comunica a los diez mil jugadores del servidor que no podrían desloguearse hasta completar los cien niveles. Por si esto fuera poco, también les informa que morir en el juego significará morir en la vida real y que cualquier intento exterior de desconexión acabaría en el mismo resultado.
¿No suena genial? Ciertamente SÍ. El planteo de la historia es muy bueno y, considerando que más de la mitad de los anime watchers también son gamers, no debería ser una sorpresa el éxito masivo que tuvo. Pero como siempre digo, una buena idea no es nada si no se desarrolla de una buena manera. Y este es básicamente el problema con SAO.
Los primeros capítulos de la serie, a pesar de varios agujeros en la trama, son bastante buenos. Presentan bien el universo del juego, generan algunos momentos de tensión importantes, y dan la impresión de que la personalidad del protagonista comienza a verse. Pero aquí viene lo peor. Rápidamente, esta línea se olvida y dejan la historia principal en un segundo plano para dar lugar a un viejo conocido nuestro: el harem. Kirito comienza a conocer a sus hermosas acompañantes que, sin una razón muy convincente, se enamoran de él una tras otra. Bastante suertudo para un gamer anti-social que no salía nunca de su casa, ¿no creen? Se deja entonces de lado la posibilidad de explotar los recursos más realistas del juego: nunca se sabe de qué manera se organizan 'políticamente' los jugadores, se deja en segundo plano el hecho de cómo repercute en la personalidad de los personajes el hecho de no poder volver al mundo real, y se ignora el aspecto de mejorar el juego mientras van derrotando a los jefes de piso. A esto se le suma que el director abusó mucho de los saltos temporales, recurso el cual es útil y decente si se usa medidamente, cosa que aquí no sucedió; en cada nuevo capítulo la única explicación que tenemos es un par de palabras offscreen que nos indican cuánto tiempo ha transcurrido, el piso en el que están y sólo algunas veces la cantidad de jugadores restantes.
En fin, tampoco quiero ser tan delapidaria, así que dejemos los puntos flojos de la serie por un rato para centrarnos en sus cosas buenas. Como por ejemplo los aspectos técnicos. De verdad que debo aplaudir de pie a A-1 Pictures (conocido por animes como Fairy Tail, Aldnoah.Zero y Ano Hana) por el trabajo que hicieron con la animación de la serie. Las peleas, a pesar de que haya menos de las que esperarías en un anime así, están animadas a un nivel de detalle muy bueno que te hacen querer ser parte del juego. Con respecto a la banda sonora, no puedo evitar hacerle una mención especial a Yuki Kajiura por su trabajo (música de Kara no Kyoukai, Fate/Zero, Baccano! entre otros), ya que prácticamente soy una fangirl suya. Aunque ella es una de las mejores de la industria en el rubro, hay que decir que no hizo tan buen trabajo esta vez como en los animes antes referenciados. Aún así El OST de SAO es muy bueno, genera una perfecta ambientación y no es exagerado; pero no hay ninguna canción del soundtrack que podamos llamar memorable. El diseño de personajes es bastante promedio y no hay nada innovador que lo haga destacar, pero funciona. El arte de fondo es otro de sus puntos fuertes: aunque en promedio es un poco más que decente, la serie nos presenta bastantes veces escenografías hermosas que nuevamente te hacen envidiar a los personajes allí presentes, y que sin duda ayudan a hacer la escena memorable.
Ya he mencionado que SAO está diseñado con el formato de un harem, y como en la gran mayoría de los animes que entran en esta categoría, el personaje principal está creado bajo un modelo de autoinserción. ¿Qué quiero decir con esto? que está hecho de manera tal de satisfacer al deseo secreto de la gran mayoría de la comunidad otaku de querer estar en el lugar del protagonista. Lo que nos lleva a lo más decepcionante de todo el anime: los personajes.
Con el pasar de los capítulos, el anime ignora toda lógica posible dentro de su propio universo para hacerlo ver a Kirito como una especie de Dios todopoderoso, olvidándose así de darle una personalidad definida. Al principio, nos lo presentan como un lobo solitario con un pasado trágico dentro del juego para que así nos compadezcamos de él; pero resulta que luego lo vemos socializando cuando él quiere, todas las mujeres que lo conocen se vuelven locas por él, es un detective innato, tiene conocimientos de hacker comparables a un miembro de Anonymous, y por si fuera poco es uno de los personajes más fuertes y habilidosos del juego. ¿Cómo pueden esperar que yo me crea eso último si cada vez que lo veo en pantalla está perdiendo el tiempo pescando y salvando lolis en los pisos bajos? Sin mencionar que Kirito llega a esos niveles sin pertenecer a un gremio o grupo. Luego tenemos a Asuna, el personaje femenino principal y el interés amoroso del protagonista. Ella es introducida en los primeros episodios como una chica no-gamer que está allí por casualidad, pero que sorprendentemente tiene pasta para esto. Cuando reaparece en la serie no tarda mucho en convertirse en el estereotipo más predecible de una tsundere, y pasa a depender casi completamente de Kirito ya que lo seguirá a todos lados. El romance entre ambos se desarrolla pésimamente, y te da la impresión de que ambos se enamoraran sólo porque el escritor así lo quiso. Intentan hacerlo parecer un amor maduro al agregarle promesas y elementos que quedan fuera de lugar, sin siquiera haberse esforzado por generar una química que se robara la pantalla.
El resto del cast es bastante unidimensional, y salvo en un par de excepciones, ni siquiera se intenta profundizar un poco con ellos. Liz es la genki girl, mejor amiga del rol principal femenino y se enamora de Kirito; Klein es el arquetipo de mejor amigo del rol principal masculino; Silica es la loli del grupo con complejo de onii-san, y se enamora de Kirito; Agil es... bueno, él no hace nada; Suguha es la prima de Kirito, Y SÍ, TAMBIÉN SE ENAMORA DE ÉL. Pero esperen, no nos olvidemos de los villanos. Kayaba Akihiko es malvado, encierra a toda esa gente dentro del juego y la única explicación que da el anime no es mucho más satisfactoria que un "porque sí"; Kuradeel es malvado, está obsesionado con Asuna y odia a Kirito ya que este lo venció una vez; los del gremio Laughing Coffin (ataúd risueño) son asesinos psicópatas, y nunca dan una explicación del por qué; Sugoe es muy pero muy malvado, está obsesionado con Asuna y, a pesar de tener la razón más convincente comparándolo con los demás, su caracterización fue muy exagerada. Vaya cast, ¿no? y eso que aún me he dejado al peor personaje para el final: Yui. Ella es deus ex machina en su forma más pura, y si te lo pones a pensar de nuevo, no hay nada que ella le aporte al anime más que una justificación bastante tonta para tapar los agujeros en la trama.
Ya casi llegando al final de la reseña, debo aclarar que Sword Art Online se divide en dos arcos y que del segundo he dicho poco y nada hasta el momento. La razón es que, además de evitar spoilers, ese arco me pareció insulso (por no decir cosas peores). El primer arco, a pesar de todos sus errores, era lo suficientemente decente como para disfrutarlo; el segundo, por otro lado, sólo agrandó los errores del primero e incluso agregó otros nuevos.
Por último, debo decir que disfruté el anime ya que fue uno de los primeros que vi, y fue una de las puertas hacia un mundo que hoy en día disfruto muchísimo. Aún así, poniéndolo bajo la lupa, no puedo hacer la vista gorda a todas las cosas que he mencionado. No he leído las novelas ligeras, por lo tanto esta reseña sólo tiene en cuenta al anime (sin importar si en ellas se explican agujeros de la trama más adelante). Aunque los aspectos técnicos son bastante impresionantes, el guión está lleno de clichés, la caracterización es incluso inferior a mediocre y la historia se desarrolla pésimamente. Finalmente, le doy a Sword Art Online un puntaje de...
¿Qué les ha parecido la reseña? ¿Concuerdan con lo dicho? ¿Qué puntos creen que han faltado analizar? ¿De qué anime les gustaría leer una reseña? ¡Dejen su comentario!
Si les ha gustado lo que he escrito, pueden leer mi anterior reseña de Bakemonogatari haciendo click aquí.
Si les ha gustado lo que he escrito, pueden leer mi anterior reseña de Bakemonogatari haciendo click aquí.
¡Hasta la próxima!
by María Constanzie
Twittear
Ver EmoticonesVer Emoticones